Hoy os voy a hablar de Matala, un pequeño pueblo de Creta. Posiblemente, si vais a Creta, iréis a algunos de los lugares más accesibles, pero si lo que buscáis es algo realmente singular, Matala es uno de esos lugares. Este lugar es “conocido” por haber albergado en las 60 y 70 a una colonia de hippies. Pero, que es lo que tiene de especial? Pues los hippies no se asentaron allí por casualidad. En los acantilados cerca de la playa, los romanos excavaron unas cuevas a modo de tumbas, allá por el siglo I. Casi 2000 años después, sirvieron de refugio para este colectivo. La sensación de subir allí arriba es impresionante.Ahora bien, llegar hasta allí no es nada fácil. Lo más normal sería volar a Heraklion, capital de Creta, y alquilar un coche. Las carreteras son bastante malas y el relieve no ayuda ya que es muy montañoso. Aunque lo peor de todo son los conductores locales, están totalmente locos al volante.
Si aún así conseguís llegar, el pueblo está lleno de hotelitos y bares donde degustar una Mythos (mi cerveza griega favorita). Allí, encontré uno de los hoteles más baratos de mi vida, 20 € por la habitación doble, con desayuno, claro que era temporada baja (o bajísima). Espero que os guste!
